lunes, junio 30, 2014

Lo que es cambiar de mentalidad

AFP

Recuerdo esa UEFA Europa League en la que Forlán fue el MVP luego de ganarle con el Atlético de Madrid al Fulham en la final del 2010, esa vez junto al Kun Agüero y Amaranto Perea lograron alcanzar un título importante, aunque no el más a nivel de clubes, sin embargo, cuando recibieron la copa se me vino a la mente que los suramericanos se destacan más que otros jugadores cuando sus equipos y el mundo entero los está mirando.

Ese mismo año en Sudáfrica  pasó a ser un año más en el que las grandes selecciones de Europa se alzaban un título como las campeonas mundiales, este caso España daría la sorpresa por lo realizado en las copas europeas disputadas anteriormente y su enorme superioridad en cuanto a la generación de juego del que era un retazo del Barcelona de Pep. Sin embargo, en esa cita mundialista carente de sabor, emoción   y exagerado en estruendos ocasionados por las vuvuzelas se destacó como balón de oro  el mismo Forlán.

Esos dos momentos fueron suficientes para mostrar gran admiración por el charrúa que ya había tenido logros importantes en Inglaterra y con su selección en otras ocasiones. Era de admirar al jugador del último mundial aclarando que si bien no consiguió la tercera copa para su país la luchó junto a Lucho Suárez para decirle al mundo que en un país de 3 millones de habitantes se destacan grandes guerreros en la cancha que pelean por más  copas mundiales, copas libertadores y copas américa, exportando un buen número de jugadores en ligas de gran importancia.

Esa una muy pequeña parte de la historia del primer campeón del mundo y uno de sus ídolos de los últimos tiempos.

Ahora bien me corresponde hablar de Colombia, el país, ese que cada que confronta a Argentina se jacta del 5-0 del 93 y lo destaca como el momento más importante del deporte nacional por el escenario y sus protagonistas, recordando así las palabras del rival antes del encuentro "Argentina arriba, Colombia abajo", fue ese el detonante, esa frase la que nos dio en el orgullo para cerrarle la boca al 10 gaucho? Posiblemente, aunque nuestras palabras de engrandecimiento hacia el combinado nacional más tarde pondrían a los dirigidos por Pacho en un  vergonzoso desenlace de eliminación en la primera ronda.

Cuatro años más tarde un resultado similar en el que Faryd fue grande ante Inglaterra sin ser reconocido en las tablas del grupo al que solo se le pudo marcar a Túnez. Poco fútbol, pocos resultados favorables y de vuelta a El Dorado.

Ya en el 2001 vimos la única copa importante a nivel continental para una selección de mayores que hemos podido alzar, una copa que a mi parecer carece de valor por no contar con los actores importantes Brasil y Argentina, una copa sin sabor que se asemeja a una copa de oro o una copa cafam (sin ánimos de ofender a los gringos).

Fue lo último que nos dejaron Aristi, Córdoba y otros compatriotas que no vieron realizados sus sueños de participar en Korea y Japón 2002, Alemania 2006 y Suráfrica 2010.

Tres intentos en el que faltó el centavo para el peso, la estocada final, la diferencia de gol, la contundencia, en fin, faltó. Con esos tres intentos vinieron repercusiones en la mentalidad de los colombianos empezando con el mismo Pacho y su "perder es ganar un poco", qué daño nos hizo esa frase, que desmotivación, que frustración, que falta de ambición, en fin, la trasmisión de un pensamiento a un pueblo de la idea de no poder llegar más de donde llegaron Fausto, El Pibe, Rincón y su combo décadas atrás.

Pero..

Llegó el Tigre, uno que no era como lo pintaban en el 2005 en el que tuvo más brillo Rodallega, apareció para Colombia con esa gran generación de futbolistas que constituye una buena porción del combinado actual de mayores.  El tigre que en Argentina brilló, en Portugal se cansó de ganar y romper records, en España en lograr la hazaña del año anterior con el Porto, hablar de igual a igual con Messi y Ronaldo y lograr puestos en la UCL para la siguiente temporada. Ese tigre nos emocionó, nos demostró que un Colombiano estaba volviendo a ser portada de diarios reconocidos y siempre en la mira de grandes clubes, Falcao nos devolvió la ilusión de participar despues de 16 años en un mundial, pero lo más importante: teniendo a su lado un combinado que respondiera a las necesidades de una selección nacional. En este caso el director de la orquesta un extranjero (El único acierto de nuestro presidente en 4 años), un ingenioso y conocedor de mundiales que apunta a ser el director técnico más ganador en racha desde 1938.

Cómo lo hizo? No se. Pero se ve un tipo serio en los entrenamientos, directo, prudente y humano con quienes dirige. Tal vez el hecho de la experiencia  en Europa de casi todos los jugadores que están en Brasil sumado con el respeto de un entrenador extranjero que no se deja mangonear de la prensa nos tiene hablando a todos  día y noche de hasta donde seremos capaces de llegar.

Hemos vencido a Uruguay, el equipo de Forlán que esta vez no pudo contar con Lucho, hicimos historia, nos reconocen, no hablan mal de los nuestros, los adulan y aparte de todo destacan la labor de nuestro KING JAMES como una sorpresa, como el niño de 22 años que escribió su historia en el Pony Fútbol, ese que seguramente nos seguirá dando orgullo como el MVP de este mundial por sus goles, ingenio, carisma y por qué no como el artífice del sueño de otro país que se sume al selecto grupo de los ocho que consiguieron la gloria.

Este es sin duda el momento más feliz de este país, su aporte simbólico lo da el hecho de atravesar una barrera que nos pusimos en Italia, en donde no avanzamos, en donde nos conformamos con lo que hicimos en Buenos Aires, ahora dejaremos de menospreciarnos y pondremos a un lado frases como "para qué vamos al mundial a hacer el oso" o el tan famoso "jugamos como nunca y perdimos como siempre", ese es el resultado que me tiene más contento, cómo entre colombianos nos cerramos la boca (para bien) y nos demostramos que  para trascender en la historia requerimos de mayor ambición y metas porque las condiciones están dadas.



sayalarcon 


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